LISBOA
camino a casa, un bisbiseo entre postillas y óxido
en línea recta convergen los horizontes
desde el balcón se ensucia uno los bolsillos
Lo lejano nunca pareció tan cercano
La claridad se escurre entre las calles
aviva un cadáver vigoroso y lozano
aun parece un can roñoso con los ojos palpitando
lo vetusto nunca pareció tan moderno
El aliento de las despedidas contaminó las ventanas
el resuello cargo la mirada que se graba en las paredes
desde el suelo las huellas dibujan adioses
Lo cercano nunca pareció tan lejano
Un zumbido ahogó un bostezo y la sangre explotó
todo lleva al mar, un camino con miles de puertas
y ventanales cerrados, cómo tapiar la infinidad.
HRHuanacune
jueves, 10 de marzo de 2011
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